jueves, 24 de febrero de 2005

Desde el Sur, echando las cuentas.

No sé la edad que tiene esta mujer. Realmente con los nuevos tintes y combinaciones de mechas, transparencias y permanentes que están de moda me resulta complicado echar edad a la gente. También es arriesgado pensar que alguien es mayor porque está calvo cuando a mi alrededor hay varios chavales que no llegan a los veintipocos que se afeitan la cabeza cada semana. Las canas tampoco son una pista porque tengo entendido que en toda la Bahía no se vende un tarro de 'Just for men' desde hace meses y yo, con mis cuarenta y pocos tacos ya ves tú, con las canas contadas. Tiene su gracia, ahora todo el mundo quiere ser mayor.
Pues esta mujer, que no sé qué edad tiene, me ha dicho claramente que no quiere dejar su trabajo. Así de claro. No quiere irse a su casa y dejar de trabajar.
- Aún estoy esperando que alguien me dé una explicación de por qué tengo que irme. Nadie ha sido capaz de darme una razón que me justifique lo que está pasando. No tiene sentido. Si sobra un número de gente pues que busquen por ahí gente que se quiera ir; seguro que hay un tío en el taller de bloques planos con 50 años que está loco por largarse, pues que se vaya y que me dejen en paz. Y lo peor es que cuando salgo de aquí y voy para casa, por el camino, voy pensando que si seré masoquista. Que no hay nadie que me vaya a agradecer nada y que todo esto no sirve para nada. El otro día estuve hablando con el Jefe de Madrid y lo más que conseguí que me dijera es que no me preocupe, que me fije en él que él también se va y no pasa nada y me dio más nombres de otra gente. Te crees que eso se puede decir así? No lo entiendo. Esto es de locos. Soy una mujer útil, me gusta mi trabajo, y no es que no tenga cosas que hacer fuera, claro que las tengo pero aquí también. Toda la vida trabajando, esforzándome, manteniendo el tipo, intentando llevarme bien con unos y con otros y ahora se ríen de mí. Sí, es verdad, no me digas que no, aquí todos los días me toman el pelo porque aún no les he traido la partida de nacimiento. Qué partida de nacimiento ni que leches! El otro día mandé a mi marido al registro de Puerto Real y se fue desesperado, había tanta cola que habían comenzado a dar números y ya ni números quedaban y eran las 8 de la mañana!! esto es demencial. Pues no he traido la partida, ea! y qué pasa? nada. Cuando me tenga que ir, me iré, y listo, con partida de nacimiento o sin ella. Parece que si no dices que te quieres ir estás loca o tonta. No hay nada que hacer. Y lo peor es que los que se quedan lo hacen pensando que va a haber otra como ésta y que de la siguiente se irán ellos y así no hay quien haga nada. En fin...
- Entiendo perfectamente lo que me dices [...] y te confieso que yo estoy echando las cuentas también... cuarenta y cuatro... ummm.... más ocho...ummm cincuenta y dos!! quién no aguanta ocho años? Es broma, mujer (risas). En serio, llevas toda la razón. En esta ocasión creo que es cuando más me está costando mantener el tipo, por muchos motivos. Y algunos de los que se van deberían saber que hay quien piensa y dice como tú porque algunas veces tengo la impresión de que muchos se están yendo tras el Flautista de Hamelin.
Voy a lamentar también que se marche esta mujer, no contaba con ello.
Marga.

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